porque el tiempo es breve, pero me ama

domingo, 10 de marzo de 2013


El pájaro amarillo ha hecho su casita de paja y letras en mí. Por ello he salido a las calles a pegar este poema maravilloso en postes, bancas, semáforos y puertas.

El muchacho de las impresiones no entiende ni un carajo y me pide explicaciones. Luego intenta encontrar el pájaro a contraluz, como si se tratara de un sello de agua.
- ¿Esto es una poesía? Pero es muy corta...
- El poema lo es todo, incluyendo el soporte, la hoja de papel, es una invitación a infinitas posibilidades...- le digo y pego uno de los pájaros en su lugar de trabajo, al costado de un calendario con calata. No tengo una intención totalmente definida ni cerrada cuando realizo este tipo de acciones, pero tengo mucha fe en que la poesía puede hacer de este planeta un lugar mejor para estar.

En los próximos días volveré a incursionar en algo que he decidido llamar "Vandalismo poético". También me daré un tiempo para hacer posts decentes. No he escrito mucho en estos días, pero he retomado el dibujo en las libretas. Han sido bonitas noches y madrugadas disolventes de tristeza, aunque hoy el resfriado me haya sedado con sueños extraños. Gracias a todos mis enfermeros y porristas. La sobriedad de esta recuperación es sorprendente y bella.