porque el tiempo es breve, pero me ama

domingo, 24 de junio de 2012

todavía

mi corazón, un hueso más de mi cuerpo, tiene una depresión donde el mar se empoza. odio eso.
para algunos sonará bonito o romántico, pero es detestable y alguecino.

hay días en los que amanezco con un olor abominable, entonces tengo que drenarme el corazón antes de ir al trabajo y llego tarde y me paran mirando feo en la oficina. de un tiempo a esta parte ya no me importa, ni llegar tarde, ni que me miren feo, ni el nido de almejas que cargo en el pecho.
me he dado cuenta que de nada sirve que las cosas me importen, que los seres me importen, que los hechos y los momentos me importen, nada. 

si te digo - abrígate, hace frío afuera- me sonreirás y seguirás con los polos de mangas cortas. 
si te digo - puedes lograrlo de esta forma- me dirás que no tiene gracia si es tan fácil. 
pues creo que no siempre lo difícil tiene gracia, solo que ocupa más tiempo en nuestra vida y en nuestra mente, por eso de cierta forma le encontramos encanto. un mono que te entrega la suerte escrita en un papelito tiene gracia. si le disparas al mono, será más difícil para el pobre, pero no tendrá gracia.

a veces siento que debería meterme mis consejos y cuidados por el culo y luego hacer casting para una película de vaqueros. qué bonito sería encontrar un contrincante digno, con el culo lleno de consejos y cuidados como el mío. percibir las señales de lo inevitable: el vaivén de la puerta de utilería del bar y la planta rodante hecha de fieltro. enamorarnos y aún así, tener que clavarnos la bala. 

aún conservo un poco de tristeza de la tarde y el sabor de mis tallarines inundados. mañana será domingo y llegarán algunos bañistas a usarme como piscina municipal. ojalá alguno de ellos se ahogue.