porque el tiempo es breve, pero me ama

sábado, 15 de agosto de 2015

sostengo y reafirmo: fue un gran viaje. no me arrepiento de nada, todo me ha curado. el alma se zurce con puntos invisibles. tengo un iceberg que se derrite en segundos, cuatro, tres, dos, uno. tengo un iceberg que se reintegra en milésimas y ciega a los capitanes. quiero vivir así. morir así. sin contenerme. sin dejar de obedecer a mis impulsos, aunque me azotes la puerta en el rostro, aunque pegues mi rostro a la pared y separes mis rodillas. de eso se trata el coraje, lograr ser uno frente a uno mismo. voy a engañarme lo menos posible, porque no quiero desconocerme una mañana en el reflejo de alguna vitrina. quizá haya hecho demasiado, o quizá, demasiado poco. no llevo la cuenta, pero tengo una balanza para pesar el miedo y la dicha, para practicar equilibrios precisos y ociosos.