si abres un agujero
con el dedo,
enterrando
hasta el dolor
las falanges, la uña
las lánguidas líneas del destino
si la llaga se abre en ambas direcciones
y la tierra bebe un hilo de tu sangre
o hurta algo de tu suerte
o borra levemente tu memoria
todo el dolor habrá servido
ser herida,
pero ser también
la herida por la que la tierra
intenta olvidar su dolor.
kvc/ mar.2015