porque el tiempo es breve, pero me ama

domingo, 8 de febrero de 2015

1. yo venía acá a contar algo que olvidé apenas empecé a presionar estas teclas. lo que iba a contar era algo irrelevante o relevante para mí, que solo existo en un punto casi transparente de un mapa al que nadie acude. ya lo recordé. quería contar que hoy dibujé: un hombre con un gato, mis piernas y una gallina voladora con una princesa sobre su lomo. aunque en realidad la gallina más parece estar flotando que volando. es domingo por la noche y la tele está prendida. en la pantalla un hombre intenta vender el permiso de conducir de slash, el guitarrista de guns 'n roses. estoy en la segunda semana de mi gripe de verano. por la tarde acudí a una farmacia y me pincharon el culo. pregunté si dolería y me dijeron que sí. pero no dolió. o al menos no fue un dolor importante.

2. la historia del permiso de conducir de slash es la siguiente: la banda visita un bar y en ese bar le piden a una de las camareras que muestre lo senos. la muchacha enseña uno de ellos y slash le arroja su carnet. luego de un tiempo, la muchacha le obsequia el documento a un novio, quien a la vez se lo vende -pasado algunos años- a un amigo suyo, este utiliza el permiso de conducir para comprar alcohol de forma ilegal hasta cumplir la mayoría de edad. cuenta entusiasmado que alguna vez una tendera notó que el de la foto no era él, sino slash y que aún así le vendió una cerveza. el tipo pide 50mil grandes por la licencia. nadie en el programa gringo está dispuesto a pagar tal cantidad. fin de la historia y tanda comercial.

3. por la noche vino P. a visitarme. descubrió entre mis jeans el algodón con el que me habían tapado el diminuto agujero producido por el pinchazo de la inyección de la tarde. el algodón tenía una mancha ligeramente marrón y redonda, de bordes irregulares. similar cualquiera de sus muchos lunares.                  

4. esta mañana desperté muy triste. enfermarme siempre me deprime. pensé que era algo que de algún modo había superado. pero parece que no. madre, que siempre tiene propuestas maravillosas contra la enfermedad y la tristeza, licuó media docena de maracuyás y me hizo un jugo. J. brincó alrededor porque nunca había visto un fruto de maracuyá y siempre le excita adquirir ese tipo de conocimientos.

5. la semana que pasó estuvo densa. estoy volviendo a escribir en libretas, a dibujar en libretas, más que nada como un ejercicio de caligrafía. es muy duro no contar con el ocio creativo. es muy duro comprar esos libros que sabes que quizá no empieces a leer quizá hasta medio año luego. hoy avancé un poco con uno de simic. la traducción es mala, por eso hago versiones alternas con un lápiz mongol y mi curso básico de inglés. un mes más y pasaré al intermedio.

6. bueno, lo de ejercitarse imagino lo estaré haciendo por acá también. así que no esperes mucho. he olvidado cómo era eso de caminar sin tropezarse. el hombre con el gato, mis piernas y la gallina que flota me dan ánimo.