mañana me toca volver al trabajo y aún tengo la voz de Vito Corleone. ahora en lugar de llamarme por mi nombre me dicen El padrino y yo me cago de risa y respondo: Qué necesitas figlio mio - me acaricio la barbilla y cargo a mi gato imaginario.
pero si mañana me siguen jodiendo, voy a tener que llamar a mis contactos de la mafia y todos terminarán muertos...