porque el tiempo es breve, pero me ama

domingo, 15 de abril de 2012


el pequeño tigre que lame mis pies y asciende mordiendo mis pantorrillas, para luego reposar destejido sobre mi vientre, sabe a menta.

el pequeño tigre que me dibuja con la lengua un paisaje en la espalda, ama detenerse en cada vértebra, en cada orificio, aspirar cada poro y cada pelo. el pequeño tigre me penetra y luego me hace llorar.

no es su culpa.

ando muy sensible para ser el alimento del pequeño tigre. por eso en lugar de chuparme hasta el último hueso, me abraza y me seca la nariz con su garra acorralada en un guante de cocina.

luego salimos a caminar por la jungla simulando sosiego.

***


el felino alcanza a la gallina de guinea y muerde su cuello de trapo, luego le arranca las alas y se las cose al chaleco nuevo que le regaló su madre.

el felino regresa a casa con el chaleco alado que va dejando un rastro de sangre por todo el valle, se limpia los pies antes de entrar a casa y pregunta qué hay para almorzar.

la madre del felino anda preocupada debido a la obsesión de su hijo por volar. ella preferiría que el muchacho anduviera interesado en la cacería o en la biología, pero el felino no ha vuelto a ser el mismo desde que leyó Dédalo e Ícaro.