porque el tiempo es breve, pero me ama

martes, 17 de abril de 2012


Lima se está aneblinando. En Miraflores la bruma de media tarde te cala los nudillos y pides mentalmente una chalina, un café, un abrazo, una risa que caliente el estómago, un paquete de tabacos infinito.

En el café de la paz ninguna paloma mensajera te traerá la cuenta. Si decides ser hombre bala, el circo ya se habrá ido de la ciudad. Así que solo vivamos. Yo te puedo hacer reír y tú me puedes dar la mano, sentados en la ciclovía veremos como crecen las palmeras. Desearemos tener la estatura de un perro para comernos esos hongos que le crecen como faldas a los árboles. Debatiremos sobre el poder alucinógeno de la tristeza. Cargaremos nuestras desgracias en hojas de papel marfileño y algún día todo esto nos parecerá gracioso. Algún día, quizá la próxima primavera, quizá en un par de meses, quizá mañana mismo.


si me llevas contigo prometo ser ligera como la brisa
 y decirte al oído secretos que harán brotar tu risa...