porque el tiempo es breve, pero me ama

jueves, 3 de octubre de 2013

querida L. tenemos que construir un fuerte con nuestros brazos y nuestros cabellos. tejer una red que nos ataje en la caída. dejarnos consumir por la pena. autocombustionar. ser algo que arrastre la ventisca, hasta varar en los poros de los extraños. alguien vendrá a juntar nuestras partes. algo sucederá, algo así como un imán que reunirá las limaduras y creará con nuestros restos una bala. seamos ese poco de plomo que aprendió a desplazarse en el aire y a clavarse, seamos por un rato la defensa anticipada, seamos ese leve ardor o la mortal herida que se abre paso en la piel de la memoria. acoracemos la duda y prosigamos, aunque hayamos aprendido que en los bosques siempre habitan lobos y osos. vamos a besar la boca del horror al vacío. vamos a pasear, a mitad de la noche, por ese sendero al que tememos. vamos a encontrar confort en el espacio en blanco.

vamos.