mudanzas

Este fin de semana pasaron dos cosas importantes. La primera fue que mudé mi librero de mi taller a mi habitación y reordené todos mis libros, cajas, revistas y libretas; actividad que me genera gran excitación y alegría similar a la de un niño que ocupa su tiempo en clasificar sus figuras de acción.Lo otro es que cumplí veintisiete años sin mayor tristeza que la de estar consciente de la existencia del lunes. Ha sido bueno y bonito bastarse con lo que te da las calles, el clima y el calor familiar. Ahora tengo mucha torta de chocolate y algunos espacios que espero copar con nuestra próxima visita al Amazonas. Por el momento el plan de los 27 es empezar a armar el circo, fotografiar mucho, viajar, no dejar que el trabajo me aniquile, fumar y adquirir lentes nuevos antes que el dolor de cabeza me acerque peligrosamente a las ventanas.No olvidar el violín, terminar los proyectos, reciclar la piel que otrora abandonaba.