porque el tiempo es breve, pero me ama

miércoles, 25 de febrero de 2015

dibujos sobre un poema de Simic




El muerto desciende del cadalso. Lleva su cabeza ensangrentada bajo el brazo.
Los manzanos están en flor. El muerto se dirige a la taberna del pueblo a la vista de todo el mundo. Allí toma asiento en un rincón y pide dos cervezas, una para él y otra para su cabeza. Mi madre se limpia las manos en el delantal y le sirve. Qué tranquilo es el mundo. Uno puede oír el viejo río, que en su confusión a veces se olvida y fluye hacia atrás.
(Charles Simic)