porque el tiempo es breve, pero me ama

domingo, 11 de enero de 2015

dos poemas de Sonia Scarabelli

El príncipe

El joven ciruelo
delgado como un junco
con las hojas
salpicadas de oro
me hace pensar
en un príncipe enfermo

si pudiera bailar
para él
como una concubina
y cantar con una boca
roja y tierna
las bodas floridas
de septiembre

y el verde traje
brillante de octubre
y los frutos redondos
y purpúreos de noviembre

si supiera
descorrer para él
los velos del futuro
y mostrarle
la blanca corona
que ceñirá su dulce frente
en un tiempo no lejano

con qué felicidad lo haría
aunque debiera
volverme yo misma
un engaño de la fiebre
una sombra danzante
en la tarde de otoño

Las direcciones contrarias

No es de la salvación
de lo que hablo, es
de lo que no se salva
y queda siempre
con el arpón clavado,
y tenso en la soga
que lo arrastra hacia arriba,
va al fondo igual,
Moby Dick en la propia calavera.
Y por eso, si el alma o la ballena
lo que se hunde
lo mismo da: la vuelta es por el fondo.

Quiero decir, parece
una insistencia de las cosas
–y de los seres–
que la gracia
venga a aliviarles el desastre
cuando ya iban a darse
por vencidos. Si no
cómo se explica
que suba así de dulce la mañana
y que uno sienta
abrirse todavía el corazón
al toque blando de la luz
cuando un instante atrás apenas
estaba todo

tan oscuro.

- Sonia Scarabelli -