porque el tiempo es breve, pero me ama

miércoles, 9 de abril de 2014

una vez te dije: nuestro amor tiene cáncer. luego lloré incansablemente el futuro e intangible cadáver.

me recuerdo sentada en el colchón viejo que estaba posado sobre el catre de fierro negro, en la sala de aquel departamento. la luz blanca, más horrible de lo usual. la jirafa era una mancha de agua en el techo. quizá alguien más lloraba en forma de animales. quizá era yo en otra versión o en otra vida. luego lo olvidé y pensé que no era cierto. a veces olvidamos como quien desmiente un hecho ineludible. pero la verdad era que nuestro amor tenia cáncer y yo lo supe ese día, aunque fuera un diagnóstico apurado, prematuro. nuestro amor fue una enfermedad lenta. la metástasis sucedió de forma casi inadvertida. entre la repetición del menú o la predicción de los reencuentros. en esos espacios pequeños que no tienen importancia hasta que se convierten en un agujero enorme en la malla del colador y zaz! todo se vuelve un amasijo grumoso y algo denso.un día desperté y había perdido un brazo. otro día, una parte del abdomen. luego los omóplatos. pero no fue un brazo, ni un cuerpo mutilado, sino algo de mi modo de ser, de tu modo de ser. cambié tanto que apenas me reconocía si me peinaba frente al espejo. tanto, que parecía inútil haber tenido 23 años alguna vez.

yo no te amé, yo te padecí.

un día me dijiste: ya no temo perderte. y yo lo puse en un poema, en un diario ultrasecreto, lo escribí en las paredes, lo enlibré. hice de esa frase una herida de guerra. y conservo tus palabras como una gran bala que sé que no podré remover sin morirme. a veces se me ocurre que el amor es como un cover muy mal ejecutado de mi canción preferida. es todo lo que quiero oír y sentir convertido en un ruido siniestro. que me eriza la piel por motivos inadecuados. pienso en todo esto con una sensación más parecida al asco que a la nostalgia.

solo quiero que vengas a mí cada noche y resanes ciertos estropicios. la gotera que no nos deja dormir. solo quiero que me adores, que me adores, que me adores. aunque sea yo un árbol derribado. aunque en vez de corazón tenga un cocodrilo.